El alpiste es una de las semillas más nutritivas y poderosas en este planeta. Es rico en proteínas vegetales de gran calidad, unas seis cucharadas de alpiste tienen más proteína que dos kilos de carne, pero además, las proteínas del alpiste no son nocivas ni de difícil digestión, sino son aminoácidos estables de muy buena asimilación.
Las recomendaciones en la medicina tradicional son:
• Hipolipemiante (Reductor de lípidos o grasas en la sangre)
• Demulcente (moliente, relaja y ablanda las partes inflamadas)
• Diurético, por lo que es útil en tratamientos de cistitis, hiperuricemia, gota, edemas.
• Preventivo de arterioesclerosis.
• Tratamiento de ulceras en el estómago y gastritis.
• Uso externo en el tratamiento de eccemas.
• Estimulación de funciones de drenaje hepático y renal
• Desinflamador de páncreas, riñón e hígado.
Las enzimas que proporciona el alpiste tienen un poder inmenso para desinflamar nuestros órganos, particularmente el hígado, los riñones y el páncreas, por lo que convierte al alpiste en un regenerador pancreático. Recarga los riñones de enzimas, favoreciendo una saludable diuresis que elimina exceso de líquidos en el cuerpo, por lo que el alpiste es un incansable luchador contra la hipertensión. Contiene la enzima lipasa que ayuda a eliminar rápidamente grasa del organismo, ya sea de las venas, arterias, o simplemente de los depósitos de grasa, por esto es un remedio grandísimo para la obesidad y genera grandes y potentes resultados para la tonacidad muscular.
Leche de Alpiste
Remojar seis cucharadas de alpiste por la noche (5-8 Hrs) y por la mañana eliminar el agua en que se remojó, poner las seis cucharadas de alpiste remojado en la licuadora, añadir 1 vaso grande de agua, licuar y colar. El resultado será una leche muy espumosa y de suave sabor.
Receta para sabor mejorado del alpiste:
En vez de poner el alpiste en remojo sólo durante la noche, incrementa el tiempo de 12 a 24 h. o incluso un poco más (dentro del refrigerador). Se vuelve más blando y fácil de trabajar.
Hierve una taza de agua con una rama de canela y mantenlo por separado.
Cuando hayas lavado el alpiste que tenías en remojo, ponlo en licuadora con una taza de agua y el té de canela. Bátelo bien y cuélalo dos veces, la segunda vez con un colador muy fino para evitar el polvillo resultante.
Comprobarás que el sabor es mucho mejor y además añades las propiedades antioxidantes y adelgazantes de la canela.